jueves, 17 de enero de 2019

LA PRIMERA BRUJA - Todas somos una

LA PRIMERA BRUJA


Todas somos UNA



Cuentan nuestras leyendas que las brujas hemos existido siempre. Desde la primera mujer que miró la luna y descubrió en ella a una compañera en su camino de sangre, comprobando cómo se llenaba y se vaciaba con ella. Desde que observó el mundo que le rodeaba y se vio reflejada en el cambio de las estaciones. Desde que vio pasar ante sí no sólo los estados que atravesaba cada mes durante los cambios hormonales y que la convertían en cuatro aspectos de sí misma, sino también un reflejo de su propia vida en los cambios de la naturaleza: las promesas y vitalidad de su juventud en la primavera, la plenitud y fertilidad del cálido verano, su propio vientre hinchado por la preñez, la calma llena de frutos que llega con el otoño en la edad madura y la sabiduría e introspección del silencio del invierno en la comprensión de que llegaba su propia vejez.




Pronto se supo parte de un ciclo mucho mayor que ella misma, conectada con todo lo que la rodeaba, parte importante de un gran misterio del que era centro y observadora y decidió que viviría para descubrir ese misterio y, en el proceso, descubrió muchos de los secretos de la tierra, secretos que otros llamaron magia.

Descubrió que todo lo que la rodeaba tenía un alma, una vibración que conectaba con la suya. Y cada vibración le hablaba de propiedades especiales. Cada planta vibraba de una manera y experimentando descubrió que algunas curaban, otras mataban y algunas hacían las dos cosas según cómo se usaran. Y con ellas descubrió que la vida y la muerte son sólo las dos caras de una misma cosa. Descubrió plantas y hongos que le hacían viajar hasta el otro lado del velo que separa ambas y que, si no las usaba en su justa medida, ese viaje podría no tener retorno. 

Descubrió que las piedras que cubrían el suelo de su mundo le hablaban con poderes de sanación. Descubrió el poder transformador del fuego, física y emocionalmente. Descubrió que si escuchaba, el viento le contaba historias que ella había sabido siempre y sólo tenía que recordar. Descubrió que sus sueños eran más que imágenes sin sentido que morían cuando ella despertaba.

Descubrió que había un "algo" vivo detrás de cada cosa, un latido que partía desde lo más profundo de la tierra y que sentía en la planta de sus pies desnudos en cada paso. Descubrió que podía sentir ese mismo "algo" en las gotas de lluvia que dejaba deslizar por su cuerpo, en el rumor del agua de ríos y océanos, en la brisa y el viento que le acariciaban como un amante, en los truenos y los rayos, en el calor del sol y el frío de la noche. Comprendió que ese "algo" era el espíritu que animaba el mundo que la rodeaba, que le proporcionaba alimento, cobijo, su vida... Y a ese "algo" le puso nombre, la llamó "Madre".

Se convirtió en su "hija", en su mensajera entre la humanidad y ella, en la mujer sabia de la tribu que curaba, que traía a los valiosos niños al mundo ayudando así a perpetuar una especie frágil, que viajaba al mundo de los espíritus y traía mensajes de los que habían partido hace tiempo, en consejera y amiga, en guía y confidente.

Y cuando se supo preparada empezó a enseñar a otras a recordar quiénes eran. Porque cuentan nuestras leyendas que las brujas somos distintas, un grupo de almas con una misión especial. Y que la que es bruja en una de sus vidas lo ha sido siempre en todas las anteriores y lo será en las que vengan después. Que ya venimos con todos los conocimientos escondidos dentro de nosotras, como un tesoro, y que sólo tenemos que recordar cómo llegar hasta él.



Cuentan nuestras leyendas que llegó un tiempo de miedo y odio y la palabra bruja perdió su significado y fue cambiado por otro negativo, sucio, falso. Y la humanidad intentó acabar con nosotras ahorcando y quemando a muchas mujeres sabias, rebeldes, independientes, con voz propia que los hombres deseaban acallar. Muchas brujas murieron, muchísimas más que no lo eran también.

Y nos escondimos pero nunca olvidamos. Y cuando los tiempos de odio se calmaron en algunos lugares del mundo, regresamos, vida tras vida.

Y en nuestros sueños recordamos. En muchos de ellos me veo caminando de noche por un sendero que atraviesa un bosque antiguo, denso y oscuro. Voy en una fila portando una bandeja de ofrendas, agua, flores, frutos... Delante de mí otra mujer lleva una antorcha encendida mostrando el camino, detrás otras llevando cada una sus respectivas ofrendas. Llegamos hasta un círculo de piedras y cada una sabe hacia cual dirigirse y deposita su carga frente a ella. Después nos acercamos al centro, donde hay un altar en el que reposa una flor marchita que una de nosotras reemplaza por otra fresca. Miramos al cielo y la vemos, la luna, llena, grande, dirigiendo su mirada triste hacia nosotras. Elevamos los brazos llamándola, reclamando su presencia entre nosotras, dentro de nosotras. Un cántico surge de nuestras gargantas mientras el ritmo de la tierra penetra por nuestros pies y comenzamos a danzar... Sabemos que lo que hacemos está prohibido, nosotras estamos prohibidas, pero celebramos la luna como han hecho antes nuestras madres, nuestras abuelas, nuestras antepasadas que cada mes vinieron a honrarla a ella y a sí mismas entre estas piedras.

Cuando despierto en mi cama de este siglo XXI sonrío al recordar quién soy. Sonrío al saber que no pudieron acabar con nosotras.

Cuentan nuestras leyendas que la primera bruja vive en cada una de nosotras que vinimos después, que continuamos viniendo vida tras vida. Cuentan nuestras leyendas que todas las brujas somos una.




Fuente: H. de Trivia.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Sanar la relación con LA MADRE

Sanar la relación con


LA MADRE





La relación con la madre es la más significativa de nuestra vida, la base sobre la que se construyen todas las demás relaciones. Con la madre fuimos uno cuando estuvimos en su vientre y luego seguimos íntimamente unidos a ella durante la lactancia. El vínculo con la madre es fundamental para la supervivencia. El niño, la niña, se miran literalmente en la madre, se ven en ella como si fuera un espejo. La madre representa al mundo en su totalidad y lo que de él proviene. Para la mujer, representa la referencia del modelo femenino que puede reproducir o rechazar, la forma de ser mujer, de vivir, la femeneidad y ser madre. Para el hombre va a representar el modelo de mujer por el que se va a sentir atraído o va a rechazar, es decir, que condicionará su elección de pareja y la relación con ella, y mientras no madure seguirá siendo hijo... de su mujer.

De la madre esperamos todo, lo exigimos todo, lo demandamos todo. La castigamos cuando no nos provee de lo que necesitamos, calladamente o en una protesta manifiesta. A la madre se la rechaza, se le reprocha y se la culpa de todo, es la relación más importante de nuestra vida... y a la vez complicada.

En todo proceso terapéutico es fundamental explorar la relación con la madre, con el padre también, por supuesto, pero el primer lugar lo ocupa la madre, la madre nutricia, la que se ocupaba de las necesidades del niño o de la niña. Si estuvo presente cuando se la necesitaba, si satisfizo sus necesidades afectivas o si eran ignoradas, si veía a su hijo, a su hija, por sí misma y no como una prolongación suya o una carga que sentía como excesiva.

Todos albergamos en nuestro interior un niño herido que no fue amado incondicionalmente, que necesitó protegerse del dolor por ser demasiado vulnerable. Congelamos muchos de nuestros sentimientos y nos construimos una coraza defensiva para no sentir que éramos amados como necesitamos. Para sanar esa herida es neceario tomar contacto con el niño interior, ver dónde y de qué maneras fue herido, localizar ese dolor física y emocionalmente a fin de liberar la energía bloqueada. Conectar con el dolor, la rabia, la culpabilidad, la impotencia, la tristeza y de esta manera se empieza a sanar. Al reconocer al niño interior, al tomar conciencia de su vulnerabilidad pueden surgir sentimientos de soledad, vergüenza, carencia, sentirse inadecuado o inapropiado en ciertos momentos. Hemos de darle voz, dejar que llore, que exprese sus miedos y necesidades y también sus partes positivas, los sueños, deseos, intuiciones y creatividad y abrazarlo todo literalmente.

Hay niños buenos, niños obedientes, reprimidos, asustados, niños que tratan de agradar a su madre, niños que intentan ser perfectos, que niegan sus necesidades, niños que se refugian en la mente y niños que viven en el mundo de Disney para evitar sentir; hay niños rebeldes e insolentes que buscan llamar la atención que no reciben. Las heridas del niño y de la niña pueden ser por sobreprotección, por exceso de valoración y halago, por abandono, manipulación, comparación, miedo, rechazo, autoritarismo, exigencia, desconexión, abusos...

Ahora bien, las madres tienen también sus propias heridas y carencias de infancia, sus condicionamientos y limitaciones, sus dificultades para amar incondicionalmente y sostener al niño si ella misma no aprendió a sostenerse. Una empieza a darse cuenta de la complejidad de la maternidad cuando es madre, o al cabo del tiempo al reconocer los propios errores. Muchas veces se actúa justo al contrario de lo que se recibió... y también es equivocado.

Necesitamos en primer lugar reconocer nuestras heridas, ocuparnos de ellas y sanarlas, y eso lleva un tiempo. Y también necesitamos perdonar a nuestra madre por lo que hizo o dejó de hacer, perdonar el daño que nos causaron sus miedos, su ansiedad, su perfeccionismo, su autoexigencia, su necesidad de quedar bien, el abandono de sus propias necesidades. Perdonar su victimismo, su tristeza, su actitud depresiva, su dolor no resuelto del pasado, el efecto de la falta de amor y comprensión de nuestro padre, sus propias carencias de infancia, tal vez la falta de madre o de padre y otros condicionamientos... Ser capaces de ver la niña herida también en nuestra madre, sus propias heridas de infancia, lo que nos lleva a ser compasivos y aceptarla por completo, más allá de sus errores y limitaciones.

Antes o después, y cuanto antes mejor, llega el momento en el que hemos de perdonar, agradecer y valorar lo que nuestra madre ha hecho por nosotros. Tomar lo que de ella proviene como un legado, el que nos corresponde, el que tuvo para darnos, las heridas que nos causó y también los dones. Cuando lo hacemos nos sentimos plenos y caminamos sobre la Tierra bendecidos y merecedores de lo bueno. Cuando no tomamos, rechazamos o despreciamos lo que ella nos dio estamos negando y rechazando nuestros orígenes y eso es negarnos a nosotros mismos.



Elogio a las llamadas "OVEJAS NEGRAS" DE LA FAMILIA

Elogio a las llamadas

"OVEJAS NEGRAS" DE LA FAMILIA
























Estas personas, que en su propia familia han sido consideradas muchas veces como "ovejas negras", son en realidad BUSCADORES natos de caminos de liberación para el árbol genealógico.

Aquellos miembros de un árbol que no se adaptan a las normas o tradiciones del Sistema Familiar, aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, yendo a contra corriente de los caminos marcados por las tradiciones familiares, aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras.

Las "ovejas negras", las que no se adaptan, las que gritan rebeldía, cumplen un papel básico dentro de cada sistema familiar, ellas reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama en el árbol genealógico.

Gracias a estos miembros, nuestros árboles renuevan sus raíces. Su rebeldía es tierra fértil, su locura es agua que nutre, su terquedad es nuevo aire, su apasionamiento es fuego que vuelve a encender el corazón de los ancestros.

Incontables deseos reprimidos, sueños no realizados, talentos frustrados de nuestros ancestros se manifiestan en la rebeldía de dichas ovejas negras buscando realizarse. El árbol genealógico, por inercia querrá seguir manteniendo el curso castrador y tóxico de su tronco, lo cual hace la tarea de nuestras "ovejas negras", nuestros buscadores, una labor difícil y conflictiva.

Sin embargo, ¿quién traería nuevas flores a nuestro árbol si no fuera por ellos? ¿quién crearía nuevas ramas? Sin estos miembros rebeldes y sanadores los sueños no realizados de quienes sostienen el árbol generaciones atrás, morirían enterrados bajo sus propias raíces.

Cuando en una familia surge un buscador es porque éste encarna el deseo de todo el clan de salir de las repeticiones y lo conocido e ir hacia adelante.

En psicogenealogía se considera que los secretos guardados en una generación son un manantial insano de traumas y conflictos para las sucesivas generaciones. Sabemos además el poder de la comunicación no verbal. Los secretos hay que airearlos si son del presente o sanarlos sin son del pasado. Lo importante es hacerlo de la manera adecuada y en el momento más oportuno.

"Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades familiares invisibles pasean sobre los descendientes. Lo que no se expresa por palabras se expresa por dolores". Anne Ancelin Schützengerger.

"Aquel cuyos labios callan, conversa con la punta de los dedos, se traiciona por los poros". Freud.

"Vale más saber una verdad, aun cuando sea difícil, vergonzosa o trágica, que ocultarla, porque aquello que se calla es subordinador o adivinado por los otros y ese secreto, se convierte en un traumatismo más grave a largo plazo". Claudine Vegh, La familia y los secretos del árbol genealógico.

La familia es lo permanente, ya estaba antes de que llegáramos, le pertenecemos mientras vivamos y seguirá existiendo después de nosotros. Sin embargo hay que liberarse del árbol familiar, del encasillamiento forzado por el que se nos atribuyen frecuentemente cualidades de personas muertas, lejanas, o se toma algún incidente de nuestra infancia para asignarnos de por vida un papel, y donde estamos marcados por un número en el escalafón.

Lo que un antepasado calla tiende a ser expresado en uno de sus descendientes por múltiples vías: accidentes, enfermedades, elecciones de pareja, decisiones importantes, vocaciones, etc. Parece ser que "lo no dicho" tiene su propia presencia generación tras generación y tiende a materializarse de alguna manera. El árbol guarda secretos al tiempo que puede intentar desvelarlos.

En todo árbol hay un héroe, el que lo sana y se sana, el que eleva su nivel de consciencia y frena de alguna manera que siga "corriendo el agua sucia" hacia generaciones venideras. La sanación del árbol consiste en descubrir la repetición, comprenderla, hacerla desaparecer o repetirla esta vez de una forma positiva.

Que nadie te haga dudar de tu naturaleza y de quien eres, cuida tu "rareza" como la flor más preciada de tu jardín. Eres el sueño realizado de todos tus ancestros.


























MUJER FUERTE

MUJER FUERTE




Si eres una mujer fuerte prepárate para la batalla: aprende a estar sola, a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo, a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta, a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto. Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo, rodéalo de fosos profundos, pero hazle anchas puertas y ventanas.

Es menester que cultives enormes amistades, que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres, que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte protégete con palabras y árboles e invoca la memoria de mujeres antiguas. Has de saber que eres un campo magnético hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados y el óxido mortal de todos los naufragios.

Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. 
Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.


viernes, 16 de febrero de 2018

ROSA NEGRA DE HALFETI

ROSA NEGRA DE HALFETI




Los pétalos que cubren su simiente brillan cual seda de Damasco y florece, embebida de belleza, pese a la negrura que engalana su rosáceo rostro veraniego. Es tal la oscura seda de sus pétalos que los humanos la buscan insistentemente, escuchando los ecos que la cubren de misteriosa leyenda, la que dice que su cuerpo espinoso guarda secretos místicos y por ello desean poseerla, como si poseyendo la delgadez de su espíritu vegetal y entregándolo al simbolismo en torno a su figura, fuesen a entender el significado de la vida o asomarse al abismo del significado de la propia muerte.



Misterios en torno a su sofisticado envoltorio aparte, su negro esplendor es fruto del tiempo, de la paciencia, de la canícula veraniega en cuyos brazos se pierde unos pocos días al año renaciendo en plena gloria... cierto que oscura, muy oscura, tanto que parece negra, pero engalanada con todos los atributos que sólo las rosas pueden ofrecer a Gaia. Halfeti, una pequeña localidad agrícola de la región de Sanliurfa en Turquía es su bastión y morada. Le gusta sentirse oculta, esconderse de las miradas indiscretas, disfrutar del sol de verano cuando se decide a florecer y su cuerpo espinoso termina regalando al mundo sus insólitas rosas negras, únicas en el planeta y un hermoso regalo para la vista y el sentido.

Las rosas negras de Halfeti no son producto de hibridación alguna. Su color, de un rojo tan profundo que parece terciopelo negro, es consecuencia de los nutrientes que subyacen en la tierra y que provienen de las aguas subterráneas del río Eúfrates, cuya densidad es muy elevada y sensible al ph de unos pigmentos hidrosolubles llamados antocianinas, responsables también de la coloración de las moras o los arándanos. No hay nada de tintura o mestizaje artificial, pues todo en su negra fisonomía es obra de la salvaje naturaleza. Los pétalos de una pequeña cantidad de estas rosas, de un rojo intenso durante casi todo el año, se vuelven de un negro azabache en los meses de verano, lo que hace de ellas una pieza de gran interés botánico y ornamental.



En el año 1990 la localidad de Halfeti quedó sumergida tras la construcción de la presa de Birecik. Todo el pueblo se trasladó apenas a diez kilómetros de distancia, pero en la actualidad, las rosas negras, que tan brillantemente florecían en su lugar de origen, ahora no florecen con tanta frecuencia ni su color negro tan llamativo es tan profundo como antes. Se están haciendo grandes esfuerzos para recuperar la proliferación de esta especie tan icónica dado el interés que las rosas negras han generado como producto turístico y comercial.



Las rosas rojas simbolizan amor o pasión, las blancas virginidad y pureza, las amarillas amistad. Las rosas negras han sido fruto del elogio de místicos, esotéricos y alquimistas. Desde muy antiguo la rosa negra se ha catalogado como símbolo de oscuridad y muerte, elemento esencial en todo tipo de ritos ocultistas. Pero sobre todo, su belleza está por encima de lo que cualquier ser humano pueda catalogar como afín al bien o el mal. Su color es una más de las fórmulas que utiliza Gaia para embellecer la policromía de este mundo tan maravilloso llamado Tierra.

En peligro de extinción, la rosa negra de Halfeti se yergue esplendorosa y altiva en pequeños ramilletes de oscuros pétalos que sombrean la mojada tierra turca. Llegado el verano, entre matojos verdes espinosos y hojas carmesí, la estampa emblemática de una rosa negra se afana en demostrar que su color es el capricho producto de la paleta de colores con la que trabaja nuestra madre naturaleza.


miércoles, 12 de julio de 2017

ABUELA - Sanando el árbol

ABUELA


Sanando el árbol





Miro tu historia, abuela, en las historias que no he podido resolver en mí. Tomo tu historia con el corazón y me permito obrar de distinta forma, hacer y recorrer mi propio camino y seguir siendo tu nieta, me permito tomar pasos diferentes y seguir siendo tu sangre.

Respeto tu vida, abuela, tus circunstancias y limitaciones, tus momentos de sufrimiento, tus virtudes y valores, tu valioso legado que ahora transciendo y transformo para sanar en él lo que sea necesario, aprendiendo de ti pero soltando todo aquello que hoy te devuelvo ya sanado, porque es tuyo y ya no duele, ahora sólo te aportará paz.

Abuela, estás en mí, en mí vives y te encuentro cuando sueño, tanto si duermo como si te pienso, al meditar y en los momentos en que busco algo de aliento, una señal, un consejo susurrado, una dirección o el simple sentir de esa presencia invisible que me acompaña y siempre me brinda su protección.

Te agradezco por tanto aprendizaje recibido, tanto amor y tanta luz que me regalas. Mírame con dulzura, abuela, bendice mis pasos como siento y sé que haces e infunde fuerza a mi corazón para seguir tejiendo con salud y belleza nuestro árbol de una a otra generación.



(A mis dos abuelas)

martes, 11 de julio de 2017

TETRAGRAMATÓN - La estrella mágica

TETRAGRAMATÓN



La estrella mágica




El Tetragramatón significa la dominación del espíritu humano sobre la naturaleza. Con este símbolo mágico podemos mandar a las criaturas elementales que pueblan las regiones del fuego, aire, agua y tierra. Ante este símbolo tiemblan los demonios. Es la estrella en llamas, un talismán de protección total.

DESCRIPCION:

La estrella flamígera es el hombre, representando al microcosmos. El vértice superior es la cabeza, los laterales son los brazos, los vértices inferiores son las piernas. Es el hombre dominando los cuatro elementos y los seres que viven en ellos: las salamandras del fuego, los gnomos de la tierra; los sísifos del aire y las ondinas y nereidas del agua. El Pentagrama está situado dentro de un cuadro y de un triángulo que también encierra un círculo. Es el símbolo perfecto.

A) El círculo es el espíritu universal.
B) El triángulo es la trinidad.
C) El cuadro son los elementos.
D) El Pentagrama es el hombre.

La palabra TE TRA GRA MA TON que rodea la estrella es el nombre de la divinidad. El nombre sagrado, oculto y que no debe pronunciarse, que en hebreo tiene las letras IOD HE VAU HE. 

Los números 1 y 2 a la izquierda sobre el TE significan la divinidad masculina y la divinidad femenina. Los números 1, 2 y 3 sobre las letras TRA significan la cruz (padre), el fuego (la madre) y el alma (hijo).

Arriba están los ojos del espíritu y el signo de Júpiter, padre de todos los dioses. Como Júpiter es el benéfico mayor y en su aspecto oculto de un espíritu místico y religioso sumamente elevado, está colocado ahí para expresar su ascendencia. 

En los brazos de la estrella está Marte, símbolo de la fuerza. En el centro están el Caduceo de Mercurio que representa la espina dorsal y los signos de Venus y Mercurio. Las dos alas significan el ascenso del fuego sagrado por la espina dorsal abriendo los siete chakras (las siete Iglesias del Apocalipsis de San Juan).

Los símbolos unidos de Mercurio y Venus son lo masculino y femenino del ser humano. Aclara que el hombre debe también aprender del sentir y pensar femenino y la mujer del masculino. Es un aspecto superior de la iniciación, sin que esto altere en lo más mínimo su esencia natural y propia.

A los lados del Caduceo están el padre Sol que engendra y la madre Luna, que es fértil. A los pies del Pentagrama está el signo de Saturno, Cronos, el tiempo creado por el hombre.

En la parte superior, escritos en hebreo, están los nombres de Adán y Eva, pilares de la humanidad. Los ojos debajo de Júpiter son la vigilancia invisible, que en todo está siempre presente.

El cáliz, símbolo femenino, representa también la mente cristalizada, conteniendo el vino de luz que seminiza el cerebro nutriendo la inteligencia.

El cetro es el bastón de los patriarcas, o vara de Moisés, que debe ser levantada a través de la trasmutación de la energía divina (universal).

La espada, símbolo masculino, es la espada flamígera, guardián del paraíso.

La llave y el sello de Salomón abren la clarividencia y protegen contra todo mal.

Con relación a la baraja:

El cáliz = as de copas.
El bastón = as de bastos.
La espada = as de espadas.
El sello de Salomón = as de oros.

USOS:

1) Utilización en medallones que cuelguen del cuello o anillos que se lleven en el dedo anular; hebillas o carteras que contengan este maravillos símbolo, etc.

2) Puesto en la puerta de una casa, con la punta superior de la estrella siempre hacia arriba, no permite el paso a ninguna vibración negativa.

3) Dibujar el símbolo sobre el vídrio de las ventanas aterroriza a los fantasmas y demonios.

4) Dibujar la estrella flamígera sobre una superficie blanca que tengamos dentro de una estancia, evita que lo tenebroso penetre en ella (también puede elaborarse el bosquejo con carbón o azufre).

5) Antiguas costumbres colocan el talismán en la entrada de logias y centros de estudios herméticos o esotéricos, ya que no sólo es un bello y original adorno, sino también un poderoso condensador de luz astral que enfoca la atención de los hombres hacia lo misterioso, abriendo el entendimiento de lo oculto.

Además, el símbolo, en cualquiera de estos usos, en definitiva controla la influencia perversa de las malas entidades y atrae la bendición y ayuda de los seres de luz.

El mejor electrum es la estrella flamígera que contiene los siete metales que corresponden a los siete rayos y a los siete metales esotéricos:

A) Plata para la Luna.
B) Azogue para Mercurio.
C) Cobre para Venus.
D) Oro para el Sol.
E) Hierro para Marte.
F) Estaño para Júpiter.
G) Plomo para Saturno.

CONSAGRACIÓN DEL SÍMBOLO:

El Pentagrama o estrella flamígera puede consagrarse y personalizarse recitando este poderoso mantra:

KLIM - KRISNAYA - GOVINDAYA - COPIJANA - VALLABAYA - SWAHA.

Al pronunciar “KLIM” se activa un flujo de energía que desciende instantáneamente del mundo del Logos Solar, para protegernos y abrir una puerta hacia abajo. “KRISNAYA, GOVINDAYA, COPIJAMA”  infunden la energía crística en quienes las recitan. “VALLABAYA, SWAHA” permiten defenderse del mal, ya que irradian una tremenda fuerza que hace huir a todo lo tenebroso.

También, una vez tenemos nuestro amuleto o lo hemos elaborado mediante un dibujo, se consagra con los 4 elementos (fuego, aire, tierra y agua) y se sahuma con 5 perfumes: incienso, mirra, aloe, azufre y alcanfor; de estas 5 sustancias, que sirven para consagrar el pentagrama, las 3 primeras son para invocar lo blanco, el azufre para rechazar las entidades tenebrosas y el alcanfor perfuma y atrae el éxito. Hay que aprender a manejar estas sustancias.

Si al pentagrama le ponemos las 4 letras de LID-HE-VAU-HE y nos lo colgamos al cuello, nos da una protección extraordinaria.

En la consagración se insufla el aliento 5 veces, presentándose al real ser divino el maestro interno para la consagración pentalfa y se invocan a los 5 arcángeles: Gabriel, Rafael, Samuel, Ángel y Orifiel.

Todos aquellos que se sientan sucios, con larvas o en la miseria, deben utilizar los 5 perfumes para sahumarse con ellos. En los Lumisiales debe establecerse la costumbre de limpiar a los hermanos que se hallen llenos de larvas, así ellos recibirán el beneficio en sus almas y en sus cuerpos.

En el Libro de los Muertos, Capítulo LIX, dice un triunfador: "soy el Chacal de Chacales y aire obtengo de la presencia del dios de la luz y lo conduzco a los límites del firmamento y a los confines de la Tierra y a las fronteras de los extremos del vuelo del ave Neveh. Así se otorgue aire a estos jóvenes seres divinos".